Contrario a lo que se piensa, dejando de comer no podemos bajar de peso, es más, muchas veces tiene un efecto negativo en nuestro organismo y terminamos subiendo más de los ¨kilitos¨ que queríamos bajar, quédate con nosotros y descubre cómo las restricciones al momento de comer pueden ocasionarnos una mala pasada con nuestro peso.
Si eres una de las personas que deja de comer por varias horas o que a su vez no come cierto tipo de alimentos porque piensa que ésta es la forma idónea de bajar de peso, te tenemos malas noticias: Todos los alimentos que consumimos son importantes para nuestro organismo ya que aportan valores nutricionales esenciales para el correcto funcionamiento de este, el dejar de ingerir ciertos alimentos puede ser perjudicial para nuestro peso y nuestra salud, por ejemplo:
El dejar de comer durante más de seis horas (mientras estamos despiertos) y de una manera constante puede causar falta de concentración, mareos y fatiga, diabetes, gastritis, sobrepeso y daño neuronal, esto se debe a que al dejar de ingerir alimento se deja sin glucosa al cerebro lo que se puede comparar con dejar sin gasolina a nuestro automóvil, simplemente no funciona.
Por otro lado, satanizar cierto tipo de alimentos (por ejemplo, el arroz, el azúcar, las harinas los aceites o grasas, etc.) y no consumirlos también puedo ocasionar daños a nuestro cuerpo, por ello, te dejamos una pequeña lista que te servirá para que sirven y en qué alimentos se encuentran los distintos nutrientes.
Hidratos de carbono: Proporcionan energía (tanto para uso inmediato como para tener de reserva). Los encontramos fundamentalmente en alimentos de origen vegetal (cereales y derivados, legumbres, tubérculos, etc.).
Lípidos: Ayudan a la reconstrucción y funcionamiento de nuestro cuerpo y además forman nuestra reserva de energía. Los más conocidos son los triglicéridos, los fosfolípidos y el colesterol. Pueden ser:
Saturados: Los que se obtienen de la grasa de origen animal y del aceite vegetal de palma y de coco. Están relacionados con el aumento del colesterol.
Insaturados: Se obtienen de los alimentos de origen vegetal, a excepción del aceite de coco y palma. Se caracterizan porque no aumentan el nivel de colesterol.
Proteínas: Son básicas para los seres vivos. Se necesitan para formar y reparar los tejidos (músculo, piel, cabello o las uñas, etc.) y además tienen una función metabólica y reguladora de nuestro organismo. Se encuentran en la carne, el pescado, los huevos, la leche, los cereales, las legumbres y los frutos secos.
Vitaminas: Son nutrientes esenciales. Actúan como intermediarias en distintas reacciones químicas. Están presentes en múltiples alimentos (frutas, leche, huevos, carnes, etc.).
Minerales: Participan en la formación y funcionamiento de nuestro organismo. Destacan por su importancia el: calcio, fósforo, hierro, yodo, flúor, sodio, cloro, potasio, azufre, magnesio, manganeso, cobre, cobalto y zinc, cromo, molibdeno y selenio. Se encuentran presentes en casi todos los alimentos en mayor o menor cantidad.