No es un misterio para nadie que la comida típica ecuatoriana es rica en tradiciones, es por ello por lo que grandes cantidades de comida se suelen ingerir en fechas importantes, por ejemplo, Semana santa, día de difuntos, navidad, año nuevo, etc. Mucha de esta comida son azúcares, como los entrañables higos con queso, postres, bebidas azucaradas o a quién no le gusta una simple y tradicional ¨melcocha¨ cuando va de viaje a un lugar nuevo.
Esto se ve afectado debido a una enfermedad que ataca a gran cantidad de personas en el mundo entero, la ¨temida¨ diabetes, pero, muchas veces los rumores que cobijan a esta enfermedad nos afectan más que ella misma, uno de los mitos más grandes relacionados con la diabetes es: ¨La gente que padece diabetes no puede consumir azúcar¨. Este es el temor de muchas personas pues como población somos ¨golosos¨, pero esta decisión de dejar el azúcar de un día para el otro al cien por ciento puede traer consecuencias negativas, por ejemplo, al dejar el azúcar de lado de manera súbita se vive una situación con altos niveles estresores (pues es una sustancia que nos ha acompañado la mayoría de nuestra vida) que pueden afectar a nuestro organismo, existen estudios los cuales indican que el estrés prolongado, tanto físico como mental, puede causar que el nivel de glucosa en la sangre aumente a largo plazo, afectando negativamente al paciente. Entonces ¿Qué hacer? No se busca una prohibición de azúcar si no un control de esta, es decir, una persona puede consumir azúcar, pero en un volumen que haya sido recomendado por un especialista, esto hará que el paciente no presente estrés por la no ingesta de azúcar y tampoco afectará a la salud debido a que el nivel de azúcar que consumirá no sobrepasará los niveles recomendados por nuestro especialista, se debe remarcar que esto cambiará entre pacientes pues dependerá de nivel de consumo de la persona, estado de salud actual, estado de la enfermedad, hábitos alimenticios, etc.
Por lo tanto: Al principio de esta enfermedad se deberá seguir un proceso de aprendizaje en el área alimenticia, es decir: aprender a consumir alimentos pues debemos saber que comida puede hacernos bien y cuál es la que nos ocasionaría problemas, eso dependerá del paciente, pero la media oscila entre dos y tres meses hasta el adaptarnos, después de este periodo y una vez que el paciente ya tiene claro ciertos preceptos de su enfermedad y de su alimentación podrá introducir de vez en cuando el azúcar, la frecuente actividad física ayuda a bajar los niveles de glucosa lo que ayudará al paciente a mantenerse estable, esto, más ciertas herramientas por ejemplo un glucómetro, nos ayudarán a mantener una buena calidad de vida. Por lo tanto, se recomienda acudir al médico quien por medio de exámenes y pruebas podrá constatar nuestra salud física e implementará lo más conveniente, a su vez, se recomienda un profesional de la salud quien se preocupe tanto por la salud de su paciente como la calidad de vida de este.