Debido al estilo de vida que llevamos, nuestra alimentación se ha visto modificada ya que muchas veces no tenemos tiempo para preparar nuestros propios alimentos o simplemente tenemos un ¨antojo¨ rápido antes de volver a nuestros trabajos, pero, ¿Con qué frecuencia debemos comer comida chatarra? Acompáñanos hasta el final y entérate por ti solo de este importante tema.
Podemos empezar evitando el termino comida ¨chatarra¨ ya que con este término satanizamos este tipo de alimentos, que después de todo, en la sociedad en la que vivimos es muy difícil (o imposible) dejar de consumir (al menos al 100%). De acuerdo con los expertos, la proporción sostenible e ideal que deberíamos ingerir estaría formada en un 80 o 90% por buenos alimentos (que serían alimentos variados que entreguen importantes valores nutricionales a nuestro cuerpo) y entre el 10 o el 20% restante podría ser ¨comida chatarra¨.
Prohibidos no, ocasionales sí.
Se recomienda adaptar hábitos alimentarios saludables en los que la ¨comida chatarra¨ puede estar presente de manera ocasional en eventos sociales o situaciones en las que no haya más alternativa ya que la idea no es renunciar a la comida ¨chatarra¨ por completo, (simplemente porque no sería realista), recordemos que somos seres sociales y eso implica comer o beber ciertos alimentos de vez en cuando.
Tips:
- No obsesionarse con la idea ¨no puedo comer nunca comida chatarra¨
- Tener como referencia una alimentación 80- 20 (80% saludable y 20% ¨comida chatarra¨ ocasional)
- Acudir a tu nutricionista de confianza para crear juntos un plan de nutrición.
- Realizar ejercicio frecuente de bajo, medio y alto impacto (según tus necesidades, tiempo y recursos).
- Si realizamos nuestra propia comida ¨chatarra¨ con materiales de primera calidad, con los que aseguremos nuestro buen estado de salud (por ejemplo, aceite no reutilizado para los fritos o alternativas a la mayonesa como el guacamole), esta comida aportará valiosos niveles nutricionales a nuestro cuerpo y dejará de ser ¨chatarra¨ de este modo, cuidamos nuestra salud y nuestro paladar.
