Los masajes corporales reductores son una ideal y rápida manera de perder esos centímetros extra que suelen acumularse en la cintura, caderas, piernas y brazos. También son excelentes cuando se trata de reducir el efecto de «piel de naranja» que produce la celulitis.
Preguntas frecuentes
-Por lo general, los masajes se hacen en las piernas, glúteos, espalda y abdomen. No todas las personas pueden considerarlos una opción. Por ejemplo, las personas con flacidez, en lugar de practicarse masajes deben buscar reafirmar la piel. El drenaje linfático sería una buena opción.
-Cuando aparecen “morados” o hematomas en la piel, es porque el terapista no realiza los movimientos adecuadamente. Está trabajando la piel y no la grasa.
Sí. Los masajes ciertamente son dolorosos, pero depende del tipo de grasa que tenga la persona. Al comenzar las sesiones, deben hacerse de forma muy suave, para no hacer daño.
Se recomienda una sesión por semana.
Al hacerlos todos los días se daña la piel y hay que dejarla respirar y que la sangre fluya de manera correcta.
El masaje es coadyuvante de protocolos para tratamiento de celulitis, reafirmar la flacidez corporal, levantamiento de glúteos y busto, que pueden ir en combinación con crioterapia, carboxiterapia, mesoterapia, vacumterapia y otros.
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La respiración es un complemento ideal a la hora de reducir medidas en el abdomen, se recomienda caminar por lo menos 2 kilómetros diariamente a un ritmo no tan rápido.
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El secreto para aprovechar este ejercicio son dos puntos:
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1) Siempre se debe inhalar el aire y exhalarlo por la boca, y
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2) Después de exhalar el aire se debe contraer el abdomen.
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Los masajes reductores no son milagrosos y que las manos no son las únicas que hacen el trabajo, porque se los debe complementar con dieta, ejercicios, ultrasonido y electrodos y, sobre todo, de constancia.
